Mmm... Galletas!!!

De niña, uno de mis programas favoritos era Barrio Sésamo. Aunque aquí teníamos personajes propios como Don Pinpón o Espinete, había muchos que eran universales. Uno de los más conocidos por todos (y uno de mis favoritos) es Triki, el monstruo de las galletas. Es una marioneta de pelo color azul, una boca enorme sin dientes, ojos grandes y saltones y un voraz apetito. Es inevitable recordarlo con alguna de sus frases características: "¡Yo querer galleta!", "¡Yo comer galleta!" y "¡Aumm ñan ññiam ñiam ñiam!" cuando tenía la boca llena de comida. Sin embargo, hace como unos cinco años, en EEUU, preocupados por la obesidad infantil, cambiaron su dieta de galletas y dulces por verduras y frutas. Pero para mí siempre será el monstruo de las galletas y ellas protagonizan la receta de esta semana (y ya de paso mi desayuno de esta semana porque están riquisímas)

(* Receta original de directoalpaladar)

INGREDIENTES
- 225 gr. de harina tamizada
- 150 gr. de chocolate negro
- 100 gr. de mantequilla
- 1 huevo
- 75 gramos de azúcar blanco
- 100 gramos de azúcar moreno
- Una pizca de sal
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 cucharadita de levadura en polvo

PREPARACIÓN
1.- Mezclamos con una espátula la mantequilla (que estará a temperatura ambiente) con el azúcar.
2.- Agregamos el huevo, la vainilla y la sal. Seguimos mezclando todo.
3.- Incorporamos la levadura y el chocolate (cortado a trocitos o chips).
4.- Poco a poco añadimos la harina tamizada y seguimos mezclando hasta incorporarla del todo.
5.- Colocamos la masa sobre un papel film transparente y le damos forma de cilindro. Lo metemos en la nevera durante una o dos horas.
6.- Precalentamos el horno a 180 º. Mientras, con la ayuda de un cuchillo cortamos rodajas lo más finas posible. Si no nos quedan muy redonditas, podemos moldearlas un poco.
7.- Las vamos colocando en una bandeja de horno con papel vegetal no muy juntas porque cuando se horneen se pueden pegar. Las horneamos durante 10 o 15 minutos hasta que estén doraditas.
8.- Cuando las saquemos del horno estarán algo blandas. Con mucho cuidado las colocamos en una rendija para que se enfríen y se pongan algo más duritas.

¡Qué aproveche!